La Lucura de las Terapias Reparativas
y La Vida Sana
por Peterson Toscano
Vivo en un país donde creemos que todo es posible. Tú puedes ser cualquier persona que desees. Si no estas feliz, hay una droga, un programa, un camino o una terapia ¡puedes probar! Pero a veces tratamos de cambiar algo que no puede cambiarse. Tratamos de hacer lo imposible. Buscamos una cura pero encontramos daño.
Pasé más de 17 años y $30,000 en América del Sur, América del Norte y Europa tratando de cambiar mis deseos homosexuales. Fui a consultar a unos pastores, grupos de ex-gay, consejeros, y psicólogos. Finalmente estuve internado durante dos años en el programa, Love in Action en Memphis, Tennessee, en los EE.UU.
Probé varios métodos para 'curarme'. Casi para cada método había un profesional que los aplicaba, y aún entre ellos, no se ponían de acuerdo en cual era el más apropiado a aplicar o no.
Pasé más de 17 años y $30,000 en América del Sur, América del Norte y Europa tratando de cambiar mis deseos homosexuales. Fui a consultar a unos pastores, grupos de ex-gay, consejeros, y psicólogos. Finalmente estuve internado durante dos años en el programa, Love in Action en Memphis, Tennessee, en los EE.UU.
Probé varios métodos para 'curarme'. Casi para cada método había un profesional que los aplicaba, y aún entre ellos, no se ponían de acuerdo en cual era el más apropiado a aplicar o no.
Brevemente los métodos que me aplicaron a mí personalmente, consistieron en:
- Ya que ellos piensan que la HS es una desviación de lo 'normal' intentábamos encontrar la raíz de esta desviación.
- La terapia pasaba por tener relaciones sociales con hombres heterosexuales.
- Ellos querían que fortaleciera mi identidad masculina. Ex.- jugar a futbol, cambiar el aceite del coche, vestir como hombre de negocios, caminar, sentarse, cruzar las piernas como un hombre bien masculino.
- Dentro de las Iglesias, añadido a todo esto, debía memorizar ciertos textos bíblicos, ayunar, asistir a reuniones para hombres, y por tres ocasiones practicaron exorcismos para sacar el demonio de la homosexualidad.
Al final, después todo, llegué a una conclusión saludable: La gente homosexual no puede cambiar como no pueden cambiar los heterosexuales. Ni tampoco deberían de hacerlo. Las terapias en sí llegaron a ser inútiles y destructivas. Para me es normal ser gay y es mucho mejor para me salud a vivir una vida de integridad.
Soy Peterson Toscano un hombre Cristiano que quien tambìen tiene los desesos homosexuales. Ahora estoy libre de la vergüenza y el miedo. Estoy libre a amar y vivir con integridad una vida sana.